Las vacaciones navideñas han llegado a su final y empezamos un nuevo trimestre.
Pero hoy no ha sido un día normal y nuestra vuelta ha tenido un tono agridulce. Por un lado estábamos contentos por volver a vernos y por otro tristes por la ausencia de Dani, alumno de nuestro centro al que nos gustaría recordar con estas palabras que le dedicó nuestra directora en nombre de todos.
Cuando a solas compartáis vuestro dolor nos gustaría que pudiérais sentir lo que dice este poema:
Aprendí a extrañarte con una sonrisa,
aprendí a abrazarte en la gente que amo,
aprendí a sentirte sin verte, a acariciarte sin tocarte,
a caminar mirando al cielo, a esperarte en alguna señal,
a soñarte con los ojos abiertos, o a arrullarte ayudando al prójimo.
Aprendí a levantarme aferrada a la esperanza,
aprendí a no guardar los sentimientos,
aprendí a que el dolor vale la pena cuando se llena de tanto amor.
Aprendí a llorar sin ahogarme y a que se puede ser feliz aún con lágrimas,
aprendí a avanzar día a día, paso a paso.
Y aunque aprendí a vivir sin tenerte... mis brazos de madre aún te anhelan.
(Lidia Gana)
DANI, SIEMPRE TE RECORDAREMOS.
TODO NUESTRO APOYO Y CARIÑO PARA SU FAMILIA.
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